“ El liderazgo no es un lugar donde se llega y/o una habilidad que se adquiere, es un proceso continuo que acompaña y se sincroniza con los ciclos vitales del líder”. Marcelo Martínez “ Los managers hacen las cosas excelente, los líderes hacen las cosas correctas”. Peter Drucker “Los managers capaces de liderar son la piedra angular de cualquier organización”
Proceso de desarrollo del liderazgo
La primera habilidad por desarrollar por parte de un líder es la de ORGANIZAR el sistema que intenta liderar. Entendiendo como organización la búsqueda de procesos armónicos y confiables, estable- ciendo los puntos de control correctos y los ciclos de revisión necesarios.
En tiempos de crisis el líder se verá demandado a acortar los ciclos de revisión, incrementar su asertividad, y ser capaz de ejecutar los cambios en los tiempos que esos ciclos demandan.
Una vez diseñado y construido el sistema, la siguiente fase implica CONVOCAR al equipo. Y la herramienta indispensable es la habilidad de COMUNICAR. El modelo de comunicación que debe predominar es el de comunicación estratégica, modelo que se basa en la transmisión de la información clave del sistema, y la circulación de las problemáticas que pudieran emerger.
En tiempo de crisis es responsabilidad del líder centralizar la comunicación asegurando los niveles de clari- dad necesarios y a la inmediata circulación de las variables claves.
Una vez convocado el equipo, el líder deberá analizar en conjunto con los colaboradores las habilidades necesarias y presentes, y FORMAR a su equipo. El proceso de formación deberá contener un modelo 10/20/70 (10% de información adecuada, 20% de acompañamiento por parte de un especialista, 70% de práctica programada).
En tiempo de crisis, el líder debe reducir los tiempos de aprendizaje aplicando la fórmula “equivocarse rápido - aprender rápido - corregir rápido”
Habiendo construido el sistema y reunido el quipo correcto, el líder deberá ser capaz de MOTIVAR; entendiendo esto como el hallazgo de los motivos por los cuales los colaboradores están dispuestos a ser parte del juego. Es el arte del líder buscar un conocimiento profundo de su equipo para llamar a cada miem- bro desde aquello que es realmente relevante.
En tiempo de crisis el líder es el responsable de transformar dicha crisis y sus potenciales consecuencias en él motivo por el cual su equipo está dispuesto a dar su milla extra.
El proceso debe desembocar en un ciclo de DELEGACIÓN basado en la capacidad del líder para entender ante cada parte del proceso, cada colaborador en qué cuadrante se halla ubicado. (no quiere-no sabe, quiere -no sabe, no quiere-sabe, quiere-sabe), definiendo estrategias específicas para cada caso. (dirigir, motivar, formar, delegar, respectivamente) En tiempo de crisis, la delegación deberá darse en espacios comunes colaborativos, para evitar los ciclos redundantes, contener los emergentes emocionales y hacer de la delegación un proceso de equipo. (lo que Maritsa Montero denomina “Crear un Obrador”)
Debe entenderse este proceso como cíclico, volviendo a iniciar en el punto 1 o en aquel que el líder detecte como debilidad del sistema, ante cualquier cambio de contexto, ciclo vital del equipo y/o cambios en el líder.
Lo único que no debe cambiar es la base que conforma quién es el líder y su contacto con la situación. Patrones repetitivos: Al igual que los fractales exhiben patrones repetitivos a diferentes escalas, el desarrollo de líderes puede enfocarse en la repetición de ciertas prácticas, habilidades o comportamientos a lo largo del tiempo para mejorar gradualmente su liderazgo.
Complejidad adaptativa: Los fractales son sistemas complejos y adaptativos, lo que significa que pueden cambiar y adaptarse a su entorno. Del mismo modo, el desarrollo de líderes en organizaciones puede enfo- carse en adaptarse a diferentes situaciones y contextos para liderar de manera efectiva.
Auto-similitud: Los fractales muestran auto-similitud, lo que significa que un patrón se repite a diferentes escalas. En el desarrollo de líderes, esto podría significar que las habilidades y comportamientos efectivos se aplican en diferentes niveles de la organización, desde el liderazgo de equipo hasta el liderazgo ejecutivo.
No linealidad: Los fractales son sistemas no lineales, lo que significa que los cambios pequeños pueden tener efectos significativos en el sistema en su conjunto. En el desarrollo de líderes, esto podría implicar que pequeñas mejoras en las habilidades de liderazgo pueden tener un impacto significativo en el desempeño general del líder y de su equipo.
Adaptación al cambio: Los fractales pueden adaptarse a cambios en su entorno y seguir siendo reconocibles. En el desarrollo de líderes, esto implica que los líderes deben ser capaces de adaptarse a los cambios en el entorno empresarial y seguir siendo efectivos en su liderazgo
Querés leer más? ingresá a Linkedin.